jueves, 11 de marzo de 2010

Creer que se puede crecer.

Son sueños como todos los demás. Podés despertar con unas ganas locas de construir y darles vida a aquellos sentimientos que tuvimos ese dia anterior. Empezamos la tarea pero vemos que son grandes los obstaculos para vencer. La fatiga nos invade e impide proseguir aún así seguimos intentándole. Ya son los años que nos enseñaron nuestra madurez. Y la carga se nos puede acomodar. Vemos que se acaban los años de colegio y la curiosidad de saber qué se esconde más allá, comienza a madurar. No sé qué pasará pero el intento es el primer zanco de avanzada a saber.

Nuestra vida comienza a suspirar anhelos de crecer y ser el ejemplo de nuestras familias es lo que hará la singularidad de los actos. Cientos de sueños y emprendimientos van naciendo a medida que los años, también se multiplican. Son muchos los que se atreven a retar su realidad y son ellos los que pueden triunfar porque jamás les doblegó el mínimo cansancio ni penas ni angustias ni soledad. Su carga es pesadísima aún así habán sobrellevado el calor de luchar, porque en ellos está el nuevo amanecer.Probarán jugos de amargura y retos personales. Serán catalogados como viles porque no les conocen y sabrán que su esfuerzo pudo valer la pena como para decir aquí estoy y empecemos a construir nuestros sueños que deben ser realidad.

Estos jóvenes hacen la huella de crecer. Sigámosle.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu sugerencia es de gran valor, anímate y escribe: