LAS ANSIAS DE VIVIR EN MI CASA PROPIA

Ha pasado bastante tiempo que sentado sobre un tronco de madera, en aquella tarde calurosa veo pasar la angustia de tener siquiera el descanso de una sombrita de árbol para poder suspirar las ansias de vivir en una casa propia; algo así interpreté de la mirada cansada y perdida de una familia que acababa de ser desalojada de su comunidad rural, si no me equivoco se llamaba "San Pablo" o "Las Moscas", nombre éste que interpretaré como la irónica refrencia de los hacendados a la humilde proyección de los otros a trabajar la tierra y tener un campito donde surcar sus vidas con la agricultura.

- Me dijeron que me vaya porque no eran mis tierras-decía una persona-, ya hace rato que andan insistiendo en lo mismo.

-¿Y sólo eso pusieron como argumento para sacarlos como perros vagabundos?

-Lindo fuera que sólo las palabras hayan sido las intermediarias para resolver el dilema, pero no; sino que tenían que usar la fuerza para des alojarnos de todo lo que teníamos aunque no fuera nuestra tierra.

-Quisiera sentirlo como Usted me lo dice, pero mi pensamiento se acaba con la maldita indignación que tengo al saber de aquella gente actúo de esta manera perversa.

-!Qué mas podemos hacer si somos nada y nada tenemos!...no tenemos casa y ahora no tenemos donde trabajar, sin tierra donde sembrar.

Y yo, ¿qué puedo hacer sino quedarme perdido en la realidad de no tener nada para poder ayudar a esta y otras personas que hubieran necesitado una ayuda para no ser votados de sus tierras donde sus abuelos también estuvieron trabajando y llevando el pan a sus mesas?.

Ha pasado bastante tiempo que sentado sobre un tronco de madera, en aquella tarde calurosa veo pasar la angustia de tener siquiera el descanso de una sombrita de árbol para poder suspirar las ansias de vivir en mi casa propia.