jueves, 12 de noviembre de 2009

Ni agitada ni difícil es la vida, dicen los corredores de las casas joaquinianas




En torno a la plaza "Ballivian" y... "sobre las calles más próximas a ella abundan las casas de adobe o adobón, techo de teja o canaleta de palma, paredes de revoque liso regularmente enjalbegadas y espaciosas ventanas de sólidos balaústres. Como ave que tiende el ala para regalo y protección de los suyos, la casa [joaquiniana] prolonga su techo hacia la calle, obsequiando con sombra y abrigo protectores a las aceras del trajín diario y la convivencia vecinal. Bajo del corredor sostenido por recios várganos de cuchi o de tajibo, más que en los vastos aposentos de pared adentro, la vida de la pequeña ciudad se encadena de individuo a individuo y de familia a familia. Allí se toma el fresco de los atardeceres, se goza el reposo de las primeras horas de la noche, se recoge información de cuanto ocurre en el pueblo [sino pregúntenle a las sombras de los tamarindos de la plaza], se reciben las visitas y se apalabran los negocios".


Ni agitada ni difícil es la vida de esta pequeña ciudad en tierra india.


(Sanabria Fernandez, Hernando. "CAÑOTO".Editorial La Hoguera. Edicion 2009. Pag. 174- sic pag. 25 )

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